Buenas tardes amigos, me alegro de que me estéis leyendo porque hasta el viernes no estaré disponible para vosotros,¡. ¿Por qué? os preguntaréis (bueno, ya sé que no, pero es bonito pensarlo). Pues porque mañana me voy a Portugal con mis compañeros del colegio de viaje de estudios, así que, como supondréis, aquí me tenéis haciendo la maleta. Actualmente son las 18.23h y empecé a hacerla a las 15 h aprox. ¿¡PERO CÓMO SE PUEDE TARDAR TANTO!? Pues eso digo yo.
Como mujer, (porque nosotras especialmente somos las que tenemos que meter la casa entera en la maleta), se me pasan por la cabeza objetos tan imprescindibles como el cepillo de dientes, el de pelo, EL SUJETAMÓVILES(para ponerlo sobre la mesilla, obviamente), etc... ¿Pero qué me pasa? ¿Pero qué nos pasa? ¿Por qué cuesta tanto meter lo imprescindible en una maleta y pasar ya del tema? Pues de verdad, que es algo que me supera, particularmente.
Tenemos una necesidad de guardar todos nuestros enseres personales y llevárnoslos a donde vayamos, porque "siempre podría pasar que . . ." y el momento de hacer la maleta se convierte en un día dedicado exclusivamente a esta tarea. Sinceramente, yo ya voy a empezar a pasar un poco del tema, aunque sea difícil, pero quiero decir: ¿para qué llevar mil cosas si se le pueden gorronear a los compañeros?
Así que ya sabéis, con esta filosofía, os deseo unas felices vacaciones de Semana Santa a todos, pasadlo bien :)
La entrada de hoy, va a ser más bien corta, porque es una idea muy clara la que quiero compartir. Independientemente de la creencia de cada uno, (tal vez unos creáis en la vida eterna, la reencarnación o simplemente que no hay nada más después de esta vida), nada nos asegura que va a haber algo más después de ésto. La muerte es una barrera que no se cruza para volver, lo que hay tras sus puertas es desconocido para nosotros. Por eso, yo os digo que debéis aprovechar vuestra vida al máximo.
Yo, particularmente, soy cristiana católica, pero eso no me hace creer a ciegas en que haya algo después de la vida. Por eso, intento sacar el máximo partido a cada momento, para que cuando esté delante de la muerte no me arrepienta, sino que pueda sonreír por haber hecho las cosas que siempre había querido hacer.
Todo esto viene a cuento de que ayer, fue el cumpleaños de un buen amigo, Luengo, y le preparamos una sorpresa y tal, y el caso es que nos sobró tarta. Yo siempre había querido estamparme una tarta en la cara, así que, aunque al principio me daba un poco de asco, lo hice, y la verdad es que me encantó la sensación. Con esto no os digo que os dediquéis a pegar tartazos al personal para hacer más feliz a la gente, pero que lo que vosotros queráis hacer, lo hagáis, sin miedo, y que cuando llegue el fin de vuestra vida, estéis orgullosos de que no se hubiera quedado en un "Yo siempre he querido . . . "
PD: Si queréis ver el vídeo del tartazo, aquí os lo dejo. ¡Besos! <3
Buenas tardes amigos. Estoy en medio de un descanso de estudio alisándome el pelo y escribiendo para vosotros, así que espero que os guste la entrada de hoy.
La belleza, por definición es: "Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual." Yo, como la mayoría de las personas, añadiría que es un elemento subjetivo, es decir, para cada persona la belleza representa algo diferente,
personal, y por tanto, a unos les puede parecer guapa una chica que para otros es un cayo malayo. Pero durante la historia se han implantado ciertos cánones comunes a todos. Hoy por hoy, se diría que una chica guapa tiene que ser alta, guapísima (menuda ironía, para cada uno la guapura es distinta), sin un gramo de grasa y estrecha como un palo. Como consecuencia, todas las demás son consideradas no guapas, ya que no están dentro de ese rango tan estricto.
En otra época por ejemplo, era justo lo contrario, sólo era bella aquella mujer con grandes caderas, prominente pecho, y buen peso ("Cuanta más masa, mejor se pasa"). Las flacas o andróginas eran entonces las no guapas, también repudiadas debido a ese estricto canon .
Sin concentrarme en ninguno de los modelos de belleza nombrados, quería que viérais que se nos intenta suprimir la característica subjetiva de la belleza. Es decir, a lo mejor a Diego le gustaba por aquellos entonces una chica muy alta y delgada, pero se le imponía el canon de las gordas de entonces. Su verdaddero gusto no importaba, la belleza aceptada por él DEBÍA ser una mujer con buenas curvas. A lo mejor hoy, a Aarón le gusta justo lo contrario, una chica pequeña pero bien dotada, con todo en su sitio, como se dice. Pero a Aarón se le ha educado para que la mujer que a él le parezca hermosa no sea la que en realidad le gusta, sino la más parecida a una modelo.
Con esto, amigos, os pido que os mantengáis fieles a vosotros mismos, que no os impongan ninguna idea sobre lo que debería ser subjetivo, personal de cada uno, porque tal vez así consigamos hacer felices y reales a las personas de una sociedad tan falsa. Que tengáis un buen día ;)
Buenas noches amiguitos, merluzos y frikis de Internet, ¿todo bien verdad? En realidad no me vais a responder, así que mejor dejaré de hablar sola, que para eso ya tengo Twitter.
En fin, hoy quería comentaros un factor importante para ser tan guay como Chuck Norris, los Ángeles de Charlie (si, las tres a la vez, que a esas no las separan ni para ir a comprar el pan) o Lobezno. ¿Alguno lo ha adivinado? ;)
Vivimos en la generación de la imagen, y se ve que ha causado mella. La gente en un momento límite como la explosión de un coche u otro artefacto a su espalda reacciona intentando escapar, o al menos los más o menos racionales. Pero llega un momento en el que, o porque estás muy acostumbrado, o porque no ves ni torta (lo de llevar gafas de sol por la noche para ser guay tiene sus inconvenientes), te da igual. Sólo sabrás que eres guay cuando una explosión con su correspondiente bola de llamaradas se te abalance, y te importe los más mínimo. Pero yo os digo una cosa: ¿No os habéis dado cuenta de que eso ocurre y justo después acaba la escena? Pues no debería deciros esto, pero voy a compartir con vosotros un secretillo del cine. El final de la escena es el actor o actores en cuestión corriendo al notar como su trasero se está tostando más que un guiri en la playa de Valencia en pleno Agosto. Así que ya sabéis, podéis ser guays, muy guays, pero siempre llevando un extintor apuntando hacia el pompis ;)