sábado, 2 de febrero de 2013

Películas de miedo, ¿picadero o fatalidad?

Mis queridos lectores, hoy escribo para hablaros de las pelis de terror. El otro día estaba hablando con un buen amigo que me contaba emocionado cuál era su plan para ligarse a la "buenorra" de su clase. Su magnífica idea era llevarla a su casa y ver Saw o Reflejos (propuesta por mi, ya que me tiene traumatizada, NO la veáis). Pretendía que la chica, asustada, se pegara a él y le abrazara, y así le diera oportunidades para meterla mano besarla románticamente ;)
Esa misma tarde, al llegar a casa, empecé a pensar en su "plan infalible": yo, como mujer, y además, mujer asustadiza, me sentía identificada con la chica en cuestión.

Cuando yo vi Reflejos, la película mencionada anteriormente, no quería besos, no quería mimos, ¡quería salir de allí cual gallina! Y entonces fue cuando pensé: en el hipotético caso de que me gustara un chico y quedara con él en su casa, lo último que querría hacer sería ver una película de miedo. Por raro que os parezca, siempre he asociado el romanticismo a besos y rosas rojas, pero, ¿qué hay de romántico en ver sangre y cabezas cortadas? Yo, particularmente, no le encuentro ese matiz.

Por otro lado, pensé en la sensación física: mientras estás viendo a una niña dando tumbos, moviendo los brazos, y girando la cabeza como una peonza (que se parece más a mi amiga Andrea de resaca que al demonio en forma de mujer), y se te ponen los pelos como escarpias, la única mano que quieres cerca es la que te tapa los ojos. ¿O nunca os han dado un susto por detrás? No sé vosotros, pero yo creo que el 95%, independientemente de nuestro sexo, metemos tal grito seguido de guantazo, que al gracioso de turno no se le vuelve a pasar por la cabeza una tontería así.



Así que para terminar, chicos, yo he compartido con vosotros mis pensamientos y opiniones de rubia sobre el tema, y puede que aún así a vosotros el plan de chica asustada os parezca muy atractivo y sensuá, pero que al menos conste que ya os he avisado de que corréis el riesgo de llevaros el chasco de vuestra vida. 

lunes, 31 de diciembre de 2012

FELIZ Nochevieja



Feliz nochevieja, mis queridos lectores. Normalmente comienzo mis entradas saludándoos, contándoos mi vida, o utilizando simples fórmulas ya hechas, que se suelen repetir una y otra vez en cualquier texto escrito.
Pero hoy no, hoy empiezo felicitándoos, y seguramente os parecerá normal, pero yo no escribo sobre cosas normales, ¿no creéis?

Ahora mismo debéis estar pensando todos que se me ha debido ir la pinza o algo así, pero veréis como poco a poco todo comienza a cobrar sentido.

Vivimos en un mundo en el cual, por hache o por be, el "mayor" periodo de tiempo que se repite durante nuestras vidas es el año. 365 días (366 en años bisiestos; 364 en Canarias), de los cuales, ¿cuántos tienen verdadera relevancia en nuestra vida, a largo plazo?¿Cuántos recordamos verdaderamente?

Como sabréis, el cerebro humano es muy inteligente, y es capaz de borrar todos los recuerdos negativos, dejando entrever tan sólo aquellos positivos y felices. Por tanto, sería razonable pensar que al final del año deberíamos evocar tan sólo los mejores momentos de esos 365 días.

Y aquí va el quid de la cuestión: si sólo recordásemos los buenos momentos, tendríamos una buena y verdadera razón para denominar al último día del año como FELIZ.

¿Con esto qué os quiero decir? De hecho más que decir, lo que busco es proponeros una idea para esta noche. Pensad en los mejores momentos de todo el año 2012, tenéis toda la mañana y una tarde entera para pensarlo, y si podéis, escribid o recordad los tres que más os hayan gustado. En mi opinión, nos llevan intoxicando todo el año con malas y tristes noticias, así que por una vez que seamos nosotros los que alegremos con nuestras ideas y experiencias vitales. Somos jóvenes, alegres, y lo más importante, todavía decimos FELIZ NAVIDAD y FELIZ AÑO NUEVO con sinceridad, y por tanto, tenemos razones incluso para gritarlo.

De lo que se trata es de que, por una noche, todos olvidemos los problemas y los malos momentos del año, para centrarnos en los buenos. Porque todo lo malo ha merecido la pena por un poco de lo bueno, y por tanto, también tenemos que saber disfrutarlo.


Así que ya sabéis, coged vuestros tres recuerdos y cuando den las campanadas no os pongáis nerviosos por si os atragantáis con las uvas, porque ya sabéis que os va a pasar; no os preocupéis por si no lleváis lencería roja, porque al presentador de TVE le va a dar igual; y no os estreséis por las copas de más, porque al día siguiente vais a tener resaca, que en estas fechas hasta el champán es de garrafón. Simplemente relajaos, porque es una noche última, es una noche divertida, es una noche feliz. Feliz nochevieja.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Camisetas, ¿unisex?

Hola queridos, tras una semana larga de reflexiones y maldiciones al despertador cada mañana, llega el fin de semana, y con él, una nueva entrada en el blog; hoy quería hablaros de las famosas camisetas "unisex". "Unisex". Claro, claro.

Por si no os habéis fijado, las camisetas unisex están por todas partes, se han extendido más rápido que los tupés en una fiesta de chonis. Su propio nombre indica que es único, que comprende a ambos sexos, y en teoría es una idea fantástica, pero cómo no, es también motivo de mis investigaciones.

La cosa es que el otro día fui a una tienda de música a comprar una camiseta a un buen amigo y pedí una camiseta "de chico", expresamente. Después de comprarla, me dirigí al establecimiento de al lado y me dijeron que eran "unisex". Como tenía que comprar otra a otro amigo, me la llevé sin ponerle pegas al vendedor. Todo era muy normal, hasta que llegué a casa y me puse a comprobar mis adquisiciones: tras retorcerlas, estirarlas de un lado, del otro, mirar las respectivas etiquetas y darles un par de vueltas, me di cuenta, ¡DE QUE ERAN IGUALES! Como supondréis, esto me trastornó un poco: si una camiseta "unisex" es una camiseta de hombre, ¿qué es una camiseta de mujer? Y lo peor, ¿por qué se llama "unisex" si es de hombre?

Con estas cuestiones me pasé la noche dando vueltas, sin pegar ojo, reflexionando sobre las camisetas españolas, y a las 05:32:08 (04:32:08 en Canarias) de la mañana, llegué a una conclusión. Todo esto era por nuestra culpa, sí, sí, ¡por la de las mujeres!

Si sois mujeres lo sabréis y si sois hombres lo habréis visto: toda mujer tiene al menos una camiseta de hombre en el armario, una de esas anchas, que nos llegan casi hasta la mitad del muslo y tienen el cuello tan cerrado que hasta Sor Marcela las aprobaría. Pero lo importante de esto es, que sí, que estamos muy monas correteando con nuestra camiseta grande de chico y unos calcetines por casa, y que son perfectas para ponérselas al salir de la piscina, vamos, que nos favorecen mucho. Pero, ¿Y QUÉ PASARÍA SI FUERA AL REVÉS, EH? ¿Os imagináis a vuestros novios, hermanos, padres(¡!) correteando por la casa sólo con una camiseta ajustada -con escote hasta las rodillas- y calcetines? ¿Y qué les diríais si cogieran vuestros preciosos tops con el ombligo al aire para bajarse a la piscina? ¿A que no sería tan... favorecedor?



En conclusión, que con esto sólo os quiero decir que sí, que las camisetas "unisex" son un timo, que son camisetas de hombre de toda la vida, pero que si son así para ambos sexos, es por una buena causa, y acto seguido, me voy a recuperar mis horas de sueño perdidas, buenas noches.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Swaggers

Buenos días, buenas tardes, buenas noches corazones. Soy consciente del tiempo que ha pasado desde mi última entrada, y agradezco de corazón todas las peticiones que me habéis hecho de que volviera. Supongo que como toda persona he necesitado un tiempo para pensar, reflexionar sobre la vida, pero os puedo prometer que he vuelto llena de ideas, historias y temas de los que hablaros, y espero que os encanten. En esta segunda etapa del blog, como podréis comprobar, he hecho un pequeño cambio de "look", aunque me mantendré fiel al estilo que os gusta, pero con más experiencia. Por último, os recuerdo que contactéis conmigo si tenéis propuestas o ideas, y acto seguido, me dirijo al tema de hoy.

Swag. Swag. Swag. Desde hace ya tiempo, os habréis fijado que esta palabra ha inundado las redes sociales: los títulos de las fotos de Tuenti han pasado de "Dios, salgo horrible" a "Swagger.-"; los comentarios de tablón han dejado de ser "Eres lo más bonito mi gorda (ya hablaremos de eso otro día, ¿cómo que gorda, retrasada?)" para convertirse en "Mi swagger preferida <3"; fue TT en Twitter (para los pocos entendidos, lo más vendido hablado); y si mi sentido arácnido no me falla, Android ya debe tener 10 o 12 aplicaciones relacionadas con el tema.

Pero la pregunta es: ¿qué es el "swag"?

Como buena rubia, decidí investigar sobre la palabreja,empezando por la RAE (Real Academia Española, queridos) para buscar su definición- no estaba incluida en el diccionario. Mi opción B fue la Wikipedia, hogar de conocimientos verdaderos y falsos, de trabajos de investigación y de copiar-y-pegar. Pero contra todo pronóstico y probabilidad, ¡NO EXISTÍA UNA ENTRADA! Por supuesto, en ese momento dejé de buscar, pues si Wikipedia no lo tenía, esa información no la conocería ni el FBI.

En el momento en que decidí que no encontraría texto escrito, tuve una idea, (de rubia, por supuesto): al introducir "swag" en Google encontré imágenes de adolescentes con complejo de Rapunzel, (que podrían hacerse jerseys con tanto pelo), raperos tatuados, dilataciones, colgantes gigantes, bigotes, parejas, galaxias, Mr. Bean (¿Mr. Bean? Sí, Mr. Bean) y muchas, muchas gorras.


Por último, y después de haberme empapado con tanto "swag", decidí ponerme manos a la obra y convertirme en toda una "swagger". Aquí os adjunto una foto y, sinceramente, creo que quedé bastante bien. Creo. ;)






sábado, 23 de junio de 2012

Discurso de una rubia literata- Graduación 2012

Hola a todo el mundo, como alguno sabréis, y otros conseguiréis intuir por el título, ayer me gradué, y como soy la rubia inteligente de mi curso (no me echo más flores porque no puedo), hice uno de los discursos de la graduación, concretamente el de las experiencias, recuerdos, etc. Como muchos me lo habéis pedido, he decidido dejarlo aquí para que todos, asistentes de la ceremonia o simplemente curiosos, podáis echarle un ojo. Un besito a todos, os quiero.


Érase una vez…


Érase una vez un primer día de colegio con unos niños llorones, vestidos de uniforme, envueltos en lazos y pegados a sus madres. Érase una vez una panda de críos llenos de vida, que se comían la plastilina, pintaban con témperas la cara del de al lado y comerciaban con la merienda del vecino. Érase una vez, nosotros.
En trece años dentro del colegio San José hemos hecho historia. Sólo con tres, comenzamos a escribir nuestras primeras experiencias en el “cole”.Entramos a Educación Infantil, y tras el trauma de tener que despertarnos pronto para ir a clase, aceptamos que teníamos que enfrentarnos a retos tan duros como pintar sin salirnos de los bordes, hacer bolas y churros de plastilina, recortar de forma aceptable tanto en la modalidad de tijeras como de punzón, etc. Por supuesto, también tenía sus ventajas, como los recreos largos, cuando nuestras cariñosas profesoras, con vocación de madres, nos ponían música y nos preparaban para la siesta, el no tener deberes, o las obras de teatro. Eso último para nosotros siempre fue un mundo. Todas las Navidades, ahogados en maquillaje y purpurina, nos disfrazábamos de pastores o estrellas del cielo, e íbamos a ver al niño Jesús, que nacía esa noche. Todo esto mientras los Reyes Magos también se presentaban con sus respectivos regalos, con la canción de fondo de: “Ya vienen los Reyes Magos, ya vienen los Reyes Magos, caminito de Belén, olé olé Holanda y olé, Holanda ya se ve, ya se ve, ya se ve…” (Todo hay que decirlo, un poco perdidos sí que estaban, porque si veían Holanda ya en el horizonte y se dirigían a Belén… Pero por suerte, siempre conseguían llegar a tiempo)El paso siguiente fue la Educación Primaria. Sustituimos las fichas de pintar por “Cuadernos rubio”, que la verdad, tenían para todo tipo de tareas escolares: sumas, restas, divisiones, multiplicaciones, caligrafía, problemas… De todo.
Sin embargo, cuando fuimos capaces de decir “Mi mamá me mima” del tirón y aprendimos a restar con varias cifras, pensando que ya había pasado lo malo, llegó la pesadilla para todo niño: las fracciones, y con ellas, los decimales. ¡Cuántas horas empleadas por nuestros pacientes profesores y profesoras para hacernos entender que no hablábamos de tartas, sino de números! ¡Que habría sido de nosotros sin todos y cada uno de ellos !Pero con todo y esto, fuimos creciendo juntos, mezclándonos poco a poco las chicas con los chicos, y haciendo nuevas amistades con los niños que habían emigrado de sus colegios para venir al nuestro.
Algunos de mis recuerdos favoritos de Primaria son, por ejemplo, cuando Eugenio llegó en 5º de primaria a clase y mientras repartía los exámenes cantaba: “El suspenso ya llegó, el suspenso ya está aquí…”, o cuando Bea, todos los viernes, escogía al mejor alumno de la semana, y le coronaba  mientras le sentaba en un sillón a modo de trono. Algunos recuerdos son más divertidos, como cuando recuerdo una clase de Pedro en la que una paloma se estampó contra la ventana, y la marca quedó durante el resto del curso. Por último, uno de los recuerdos que guardo con más cariño, porque me hacía mucha ilusión, es cuando venían los Reyes Magos en Navidad al colegio, cargados de regalos y calzados con sus mejores deportivas. En especial, recuerdo un año en que uno de mis compañeros se acercó muy serio a Melchor y le dijo: “Sé que tú no eres de verdad un rey mago… ¡Eres un paje!” Respecto a esto, quiero aprovechar la ocasión para agradecérselo al APA, ya que es en mi opinión, el mejor regalo que hacen a los niños.La última etapa, también llamada “la transición del lápiz al boli” ha sido la más especial. En primero nos mezclaron a  todos, y se acabó la rivalidad que habíamos tenido los años anteriores de A contra B. Un hecho muy importante fue, asimismo, el tener el recreo en el parque, con los mayores, que ya nos dotaba de una categoría superior.
Pero dentro de estos cuatro años, el más disfrutado ha sido cuarto de la ESO, nuestro último año, pues ha sido cuando hemos estado más unidos, y en el que lo hemos pasado mejor.O decidme si no, lo gracioso que era vernos todas las noches en Portugal con el pijama, y las mañanas lavándonos los dientes, como en familia. Y la cara de los chicos cuando se despertaban con un “Faloface” escrito en la cara, mientras escuchábamos los interminables monólogos de David, alias Brañas, que se sentía tan, tan solo… Pero en mi opinión, lo más extraño y a la vez divertido, ha sido descubrir las peculiaridades de los profesores. Durante estos cuatro años, hemos podido conocer a personas que nos han ayudado a convertirnos en “intentos de humanoide”, y que merecen un mundo por su infinita paciencia:·        Sor Marina, la nueva directora y profesora de religión, cuyas relajaciones nos han dado esos minutos de sueño necesarios en los días de exámenes.
·         Manolo y su inexplicable odio al típex, o también llamado por él: “cosa blanca asquerosa”.
·        Mario y sus manías de dar vueltas sobre sí mismo en un kayak, que finalmente le han valido un Récord Guiness.
·        Rubén, que debe ser el único profesor que tiene alumnos tan pesados que le van a ver a sus conciertos.
·        Mar, sin duda la tiza más rápida del colegio, capaz de llenar una pizarra en dos minutos.
·        Belén, una de las mujeres más fuertes y cariñosas que he conocido en toda mi vida.
·         Miguel, el profesor de matemáticas más divertido del mundo, a pesar de sus chistes malos.
·         José Antonio, pozo de calma y paciencia ante nuestro “gran talento” para el teatro.
·         Sor Marcela, cuyas épicas historias hacen más amenas las clases de Sociales.
·        Coro, que la conocimos cuando se casaba, y hemos visto crecer a su hija.
·        Gonzalo, que a pesar de estar sólo un año, se ha convertido en alguien inolvidable, con sus chistes del oso, su buzón de sugerencias…
·        Esther y Coral, las mejores profesoras de inglés del mundo, que han conseguido que hayamos interpretado una obra de teatro y no nos hayan tirado tomates al final.
·        Palomo, cuyas ideas rozan la línea entre lo extremadamente divertido y lo macabro.
·        Jesús Olmeda, que ha intentado por todos los medios que nos convirtamos en “petits français”.
·        Paz, que nos ha ayudado a tener una visión ética del mundo que nos rodea y ha conseguido hacernos pensar.
·        Y por último, Jesús García, el profesor más extravagante a la hora de enseñar lengua. Sin duda, un hombre sabio como ninguno, capaz de educar con métodos distintos, que nos ha enseñado a dominar “el saber”, y que nos ha llevado hasta lo más alto de la montaña de la lengua ayudándonos a trepar lenta y cuidadosamente. Alguien por el que merece la pena sentirse afortunado de ser su alumno.
Todos estos nos han apoyado, nos han ayudado a madurar, y a cambio, les ha salido alguna arruga más por nuestra culpa, incluso alguna cana que otra. Pero debemos agradecer a ellos nuestra formación, no sólo a nivel académica, sino como personas. Y debemos agradecer también a nuestros padres, que cada uno a su manera, han procurado lo mejor para nosotros, y lo más importante, han elegido este colegio para que creciéramos.Y así ha sido. Señoras, señores, hoy nos graduamos. A partir de ahora ponemos la mira en un horizonte nuevo, pero manteniendo la vista en lo que hemos dejado aquí. A pesar de que cada uno va a continuar su historia de forma independiente, nadie nos podrá quitar jamás los capítulos que tenemos en común. Hoy sí que podemos decir orgullosos al mundo: érase una vez un cuarto de la ESO, érase una vez, nosotros.  Celia Cañete Fernández, 4ºA 

viernes, 1 de junio de 2012

Una rubia en un hospital

Hola a todos mis amigos, amigas y humanoides en general. Hoy os voy a relatar mi divertida experiencia en el hospital. Os cuento:

El caso es que estaba yo el domingo retorciéndome de dolor, pensando que tal vez me estuviera intentando poseer el demonio (o uno de los Teletubbies, nunca se descarta nada) y mi padre, como buen exagerado, decidió llevarme a Urgencias. Yo, por supuesto, accedí pensado en la gran variedad de drogas medicamentos que tienen para hacer desaparecer el uso de la razón dolor.

Así que nada, me vestí, me arreglé un poquillo y llegué en cochecito a la clínica, esperando un calmante rápido y volver a casa con la conciencia de mi padre tranquila. Pero imaginaos mi cara cuando una doctora empieza a darme aguijonazos con el dedo índice por todo el abdomen, cada vez más fuerte, mientras yo pensaba: "Como me apriete una vez más se me salen los intestinos, por Dios". Pero no, no paraba. De hecho, empezó a decirme, con esa cara de felicidad que sólo tienes cuando sabes que estás torturando a una persona: "¿Te duele cuando aprieto o cuando levanto el dedo?" Madre mía, yo sólo pensaba formas de asesinar a esa mujer.
Después de eso vino la analítica. Se acercó un enfermero con una aguja en la mano, con la sonrisilla de "Sí, tú y yo sabemos que te voy a pinchar, y te va a doler" (con la aguja, panda de malpensados ;) ), y todo empezó a darme vueltas. Dos tubos de sangre que me sacó, ¡será avaricioso el tío! No se conformaba con uno, no, si duraba más la tortura, pues mejor, sí señor. En fin.

Tras un largo rato de tomarse el café utilizar todos los medios necesarios para hacer rápidamente la analítica, que para eso es de una paciente en Urgencias,  apareció un señor motivadísimo con una silla de ruedas diciéndome que me van a hacer la ecografía. Yo, claramente, al ver la silla de ruedas pensé: "DIOS, VOY A MORIR" Pero no, tan sólo me llevó a que dos chicas me hicieran una ecografía de mi abdomen, apretando aún más donde me dolía, (para rematar la faena de la primera doctora), y tras un ratillo de mirar a una pantalla donde sólo se veía sombras, que lo mismo veía un hígado que el espíritu de Lord Voldemort, muy graciosas ellas, me dijeron: "Apendicitis aguda. Te tenemos que operar ya o te perfora. Y si eso ocurre puedes incluso morir." A lo que yo sólo respondí: "(¡¡¡¡¡¡Hiaksgjhakhg de kjfghajlg, pero seréis zokagll, y me decís tan tranquilas que me voy a morir, mlas péckgha!!!!!!!) Ah, vale."

Así que nada, tras una media hora unos minutos de llanto, llamadas y ataques histéricos por parte de mis amigos (Gracias chicos, por tener tanta templanza en esos momentos ;) ) me viene una enfermera a decirme que me quite la ropa. ¡¿PERDÓN?! JA JA No me hace gracia. Pero sí, me pusieron una de esas batas medio transparentes con el culo al aire; aunque por suerte, la enfermera, tras ver mi cara, la dio un par de vueltas y me la ató como un kimono, a lo geisha. No os voy a mentir, entre eso y la coleta de china que me hizo, entré al quirófano bastante sexy. 


Por último, el quirófano, no fue una experiencia muy agradable, me drogaron anestesiaron por vena, y como una buena rubia, mostré tranquilidad a pesar de no tener ni idea de lo que me decían.

Y a grandes rasgos, esta fue mi experiencia en el hospital, estuve ingresada unos días enganchada a un gotero y aquí sigo en casa con mi raja y mis puntos, pero feliz. Eso sí, yo sólo os digo una cosa: Si alguna vez tenéis que ir a al hospital, buena suerte con salir vivos del pasaje del terrror :). 

domingo, 20 de mayo de 2012

Abuelas, por sus graciosas formas de quererte

Hola, me avergüenzo de decir que llevo casi UN MES sin escribir en el blog, pero debo decir que cada vez me estoy volviendo más vaga con esto de que viene el calor poco a poco. Le debemos esta entrada a alguien que me ha preguntado que por qué ya no continuaba escribiendo en el blog, y me ha hecho darme cuenta de cuánto tiempo llevaba sin hacerlo.

Bueno, hoy me apetecía hablar de las abuelas. Las abuelas son mujeres fuertes, casi centenarias (o al menos dan la impresión de serlo) que pasar su vida dedicándose a ir a misa, hacer ganchillo, o gritarle al presentador de Sálvame. Unas mujeres maravillosas.

Nuestras queridas abuelitas, son grandes mujeres que han vivido una vida larga y plena, y tras millones de años peleándose por el mundo, han decidido jubilarse y dedicarse por entero a sus aficiones, ya que tienen tiempo libre para aburrir. Con las amigas de la cafetería, haciendo trampas mientras juegan al cinquillo, o sus nietos revoltosos, los cuales reciben una buena colleja si es necesario, pasan su últimas décadas dedicadas a sus grandes hobbys.

1. Hacernos comer hasta explotar, como si fuéramos pavos rellenos. Esto es debido a que, gracias a su sabiduría milenaria, tienen el poder ninja de cocinar cantidades desorbitadas en muy poco tiempo. Los creadores del Superchef 2000 se basaron en ellas durante el proceso de creación, unos genios.

2. Tirar de los mofletes. Y cuanto más, mejor. Algo les hace sentir la necesidad de poner a prueba la elasticidad de los mofletes de sus nietos, que a pesar de ver cómo casi les desgarran media cara, se están calladitos, medio sonriendo y con un ojo pipa, en general.

3. Convertirse en Superabu. En una mañana pueden limpiar toda la casa, ir la compra, hacerle a su nietecita el disfraz de princesa Disney con sus volantes y todo, y todavía les sobra tiempo y fuerzas para atracar un banco si fuera necesario.

4. Adorar y cuidar su pelo. Es lo más sagrado para ellas, se pasan la noche con los rulos en la cabeza, y todas las mañanas se echan medio bote de laca. Y ¡ay del nietecito dulce que se atreva a tocarle el pelo!, no sabe qué tipo de fiera puede aparecer en forma de abuela.

5. Conocer todos los chismorreos de la familia, el vecindario, el barrio, y si se ponen, de la ciudad. Por algo las reporteras de "Radiopatio" eran tres abuelas.


Estos y muchos más, son los entretenimientos de una abuela de hoy en día, conocidos y por conocer, las hacen divertidas y queridas por todos. Por eso, gracias abuelas, porque si viviéramos con vosotras, seríamos gordos, con un pelo superfashion y los mofletes arrastrando. Os queremos :)