domingo, 20 de mayo de 2012

Abuelas, por sus graciosas formas de quererte

Hola, me avergüenzo de decir que llevo casi UN MES sin escribir en el blog, pero debo decir que cada vez me estoy volviendo más vaga con esto de que viene el calor poco a poco. Le debemos esta entrada a alguien que me ha preguntado que por qué ya no continuaba escribiendo en el blog, y me ha hecho darme cuenta de cuánto tiempo llevaba sin hacerlo.

Bueno, hoy me apetecía hablar de las abuelas. Las abuelas son mujeres fuertes, casi centenarias (o al menos dan la impresión de serlo) que pasar su vida dedicándose a ir a misa, hacer ganchillo, o gritarle al presentador de Sálvame. Unas mujeres maravillosas.

Nuestras queridas abuelitas, son grandes mujeres que han vivido una vida larga y plena, y tras millones de años peleándose por el mundo, han decidido jubilarse y dedicarse por entero a sus aficiones, ya que tienen tiempo libre para aburrir. Con las amigas de la cafetería, haciendo trampas mientras juegan al cinquillo, o sus nietos revoltosos, los cuales reciben una buena colleja si es necesario, pasan su últimas décadas dedicadas a sus grandes hobbys.

1. Hacernos comer hasta explotar, como si fuéramos pavos rellenos. Esto es debido a que, gracias a su sabiduría milenaria, tienen el poder ninja de cocinar cantidades desorbitadas en muy poco tiempo. Los creadores del Superchef 2000 se basaron en ellas durante el proceso de creación, unos genios.

2. Tirar de los mofletes. Y cuanto más, mejor. Algo les hace sentir la necesidad de poner a prueba la elasticidad de los mofletes de sus nietos, que a pesar de ver cómo casi les desgarran media cara, se están calladitos, medio sonriendo y con un ojo pipa, en general.

3. Convertirse en Superabu. En una mañana pueden limpiar toda la casa, ir la compra, hacerle a su nietecita el disfraz de princesa Disney con sus volantes y todo, y todavía les sobra tiempo y fuerzas para atracar un banco si fuera necesario.

4. Adorar y cuidar su pelo. Es lo más sagrado para ellas, se pasan la noche con los rulos en la cabeza, y todas las mañanas se echan medio bote de laca. Y ¡ay del nietecito dulce que se atreva a tocarle el pelo!, no sabe qué tipo de fiera puede aparecer en forma de abuela.

5. Conocer todos los chismorreos de la familia, el vecindario, el barrio, y si se ponen, de la ciudad. Por algo las reporteras de "Radiopatio" eran tres abuelas.


Estos y muchos más, son los entretenimientos de una abuela de hoy en día, conocidos y por conocer, las hacen divertidas y queridas por todos. Por eso, gracias abuelas, porque si viviéramos con vosotras, seríamos gordos, con un pelo superfashion y los mofletes arrastrando. Os queremos :)


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